A través de una paleta clara y materiales cálidos, se crea una atmósfera acogedora que fluye de un ambiente a otro. La cocina resalta dentro del conjunto gracias a sus colores vibrantes, que le otorgan un carácter propio sin romper la armonía general. Por otro lado, la carpintería en aluminio negro aporta contraste y orden visual, equilibrando la composición. La escalera, acompañada de una celosía que tamiza la luz natural, no solo cumple una función práctica, sino que también guía el recorrido de forma sutil, conectando los espacios y reforzando la esencia relajada y abierta de la vivienda.